sábado, 21 de noviembre de 2009

Me deje caer al suelo, cubriendo mi rostro con mis manos. ¿Cómo podía ser aquello?¿Cómo podía, de un momento a otro, dejar de quererme ?¿Es que acaso nunca lo hizo sinceramente? Me sentía desolada, había tenido la dicha de tocar el cielo con las manos, de alcanzar la felicidad y el amor que mucha gente a lo largo de su vida no consiguen obtener; y todo me fue arrebatado. Me abandono. Sin importarle cuanto podría sufrir sin el.

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